La Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía (Agraft) ha exigido al Ayuntamiento de Granada y a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía que se pronuncien sobre el futuro del edificio de la antigua estación del Sur, después de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) haya anunciado que
procederá a su demolición al constatar que no tiene ninguna declaración de especial protección.
Agraft, que reconoce que las obras del Metro no han provocado el deterioro del inmueble, "cuyo mantenimiento ha sido nulo desde hace años", ha recordado a Adif que para evitar el derribo de un edificio de valor histórico no es necesaria su protección y pone como ejemplo el
Puente del Hacho en Guadahortuna, el mayor viaducto ferroviario de hierro de España.
"No le constaba ninguna declaración expresa de protección cuando iba a ser dinamitado en Febrero 1979. Las gestiones de Vicente González Barberán, consejero provincial de Bellas Artes, lo salvaron in extremis", señala la Asociación en un comunicado.
Agraft cree "que es hora de todos los actores implicados se quiten de una vez la máscara", y pide al Ayuntamiento que se pronuncie "claramente a favor o en contra" del derribo. "Si opta por la recuperación como equipamiento cultural dentro de esa parcela destinada a uso residencial, que lo diga, que opta por eliminar las huellas que atestiguan un hecho importante de la historia local reciente, que lo diga igualmente", mantiene.
Además, considera la Asociación que la Delegación de Cultura también debe expresarse "y no mirar para otro lado", como responsable de emitir las correspondientes declaraciones de protección. A Agraft le consta que Cultura está al tanto del tema, ya que se le ha remitido el correspondiente escrito.
Valor histórico "indudable"
El edificio, situado junto a la zona de talleres y depósitos de locomotoras, en Villarejo, alberga actualmente oficinas con personal de la empresa pública dedicado al mantenimiento de infraestructuras y despachos con representantes sindicales, que tuvieron que ser desalojados al detectarse unas grietas posiblemente provocadas por las obras del Metro en la zona, informaron a Europa Press fuentes de Adif.
Posteriormente, Adif recibió un requerimiento del Ayuntamiento de Granada "instando" a que se procediera a la demolición del inmueble, tras lo que la empresa le consultó si el edificio contaba con algún tipo de protección.
Ante la respuesta negativa del Consistorio, Adif ha resuelto proceder a la elaboración de un proyecto de demolición del edificio, una decisión que ha recibido las críticas de la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y el Tranvía, que considera que el edificio centenario, que albergó la que fuera estación de la Compañía de los Caminos de Hierro del sur de España, cuenta con un valor histórico "indudable".
publicado en Ideal